Cuatro años después de anunciar un instituto para la zona sur de la ciudad, la secretaria general de la Consejería de Educación justificó ayer su visita a los terrenos elegidos en que "había dificultades". No aclaró más, aunque eso ya contrasta con la afirmación realizada esta semana por el portavoz del equipo de gobierno, Pablo Sánchez del Mazo, de que el solar está disponible para que la Junta pueda iniciar las obras y en manos de la administración regional desde septiembre del año pasado.

Ante la preocupación vecinal y el mosqueo de la oposición por la enésima visita de técnicos de Educación para "revisar la idoneidad de los terrenos", según informó su gabinete de prensa, la secretaria general mantuvo ayer el secretismo porque no dijo si el solar es apto o no ni cuáles son las dificultades con las que se ha encontrado.

SIGUE EL SECRETISMO Sólo se limitó a señalar que no conocía personalmente los terrenos al haber cambiado el equipo de la consejería de Educación, incluido su titular que ahora es Eva Pérez, y preguntada por si falta algún trámite administrativo por parte del ayuntamiento como ha desvelado la oposición sólo dijo: "Lo estamos viendo".

De la misma manera, se mostró muy escueta sobre la existencia o no de impedimentos para iniciar las obras, a lo que contestó con un "poca cosa" y no aclaró la pregunta que se hacen un día tras otro los vecinos de San Miguel, cuándo se empezará a levantar el instituto.

La secretaria general estuvo acompañada en su visita por otros técnicos de la consejería y, por parte del ayuntamiento, por la concejala de Urbanismo, Mónica García, y un arquitecto municipal. La edil, eludiendo la preocupación vecinal por la nueva visita de la Junta, fue también muy parca en sus manifestaciones y se limitó a indicar a través de una nota: "Los técnicos han visitado el solar, percibiendo la realidad del terreno y localizando los servicios de que dispone el solar, que son todos, para continuar con los trámites encaminados a su licitación".

Con todo y ante el oscurantismo que rodea al instituto, los vecinos tendrán que hacer lo que ya advirtieron tras una reunión de urgencia, que es "pedir por escrito a la Junta y al ayuntamiento que nos den un último plazo para empezar las obras o tendremos que ir pensando en medidas de presión".