Tres años después de los últimos desahucios llevados a cabo por la Junta de Extremadura en La Data, ayer comenzó un nuevo proceso de desalojos de diez viviendas sociales ocupadas ilegalmente en la misma zona por el procedimiento de la patada en la puerta . Agentes de la Policía Nacional de las comisarías de Plasencia y Cáceres, apoyados por más de 40 antidisturbios llegados desde Sevilla, se encargaron de garantizar la seguridad en unos desahucios que se produjeron de forma pacífica porque en la mayor parte de los pisos no estaban sus ocupantes ilegales.

El proceso estaba previsto desde primeros de año, en que la Junta contaba con las autorizaciones judiciales para estos diez desahucios, según indicó ayer el director general de Vivienda, Juan Francisco Moreno. Sin embargo, la concejala de Bienestar Social, Carmen Blázquez, denunció públicamente la situación de emergencia de tres familias y se opuso a los desahucios hasta resolver su situación. Ayer, Moreno destacó la colaboración prestada por el ayuntamiento.

Así, a las nueve de la mañana estaban ya desplegados los antidisturbios en torno al número 123 de la avenida Dolores Ibárruri mientras los agentes de las comisarías local y provincial entraban en un bajo, un segundo y un tercero ocupados ilegalmente. Todo bajo supervisión de técnicos de la Junta y ante la mirada de algunos vecinos.

Dado que no estaban sus inquilinos, se hizo un inventario de los numerosos muebles que se encontraban en los pisos, que después se almacenaron en camiones con destino a un local cedido por el ayuntamiento. Según Moreno, solo una familia apareció por una vivienda después de que hubiera entrado la policía y no opuso resistencia.

VECINOS, A FAVOR Los otros tres pisos desahuciados ayer se encontraban en los bloques dos y seis de la avenida Gabriel y Galán y los cuatro previstos para hoy están en La Esperanza.

El siguiente paso será acondicionarlos para adjudicarlos y es lo que esperan los vecinos, que siempre se han mostrado a favor de acabar con estas ocupaciones. "A mí me han denegado pisos y yo no me he metido en ninguno y hay gente legal que los necesita", decía una vecina.