"Tenemos 500 o 600 obras al año y la mayoría se hacen en verano, pero es imposible concentrarlas todas en dos meses cuando además las empresas y los proveedores se van de vacaciones". Esta fue ayer la explicación de la consejería de Educación, que añadió que si el plazo de ejecución supera julio y agosto es aún más difícil. Los padres que se quejaron ayer ya contemplaron esto: "Pues que se hubiera previsto la contratación antes del verano y al menos las obras se terminarían antes de las Navidades". La Junta, por su parte, insistió en pedirles que no vean la reforma de su colegio como una obra aislada para entender sus razones.