Los robos de cables en el alumbrado público no cesan. Es más, en las traseras del barrio de Guadalupe no han tardado en quitarlos de nuevo dos días después de ser repuestos. El elevado valor del cobre en el mercado --2,20 euros el kilo en bruto, según los chatarreros-- y la facilidad de robar en plena calle sin ser vistos los ha puesto en el punto de mira de los ladrones principalmente ahí, en el parque de los Cachones y el ferial del Berrocal, zonas estas poco transitadas donde los amigos de lo ajeno parecen campar libremente por las noches visto que tienen que tomarse su tiempo y se permiten reincidir allí mismo.

Estos robos, además de apagones en la vía pública, están causando un considerable perjuicio económico a las arcas municipales. No solo por los gastos de su reposición, sino también porque el ayuntamiento está contratando algunos de estos trabajos a empresas para descargar a la brigada municipal, que además tiene que aparcar otras labores y trabajar a destajo.

Esta situación persiste desde junio, pero fuentes de la comisaría aseguraron ayer que solo han recibido una denuncia por parte del ayuntamiento. La que interpuso varios días después de una de las oleadas de robos y curiosamente después de que la Policía Nacional tuviera que dejar en libertad a tres individuos a los que sorprendió cargando cables en San Lázaro porque no constaba que fuesen robados.

"Los identificamos y los dejamos marchar porque al no haber denuncia, de qué les acusábamos si podían decir que se lo habían encontrado", indican desde la comisaría. El edil delegado Blas Raimundo dijo entonces que confió en que el servicio de vigilancia dispuesto por la policía local iba a atajar el problema. Pero las pérdidas económicas empiezan a ser cuantiosas para el ayuntamiento. Solo por aquella denuncia se hizo una valoración de 20.000 euros. Algunos cables, ya sin cobre, están tirados en la carretera vieja de La Vera.