En apenas una hora, los ladrones reventaron en la madrugada de ayer la puerta principal del bingo así como dos cajas fuertes y varias máquinas tragaperras. En total, pérdidas que su propietario, Felipe Macayo, calcula en torno a los 30.000 euros. El bingo se encuentra situado en las instalaciones de la Despensa de Extremadura, en el polígono, en un recinto que está dotado con dieciséis cámaras de vigilancia, pero la que apuntaba a la puerta se había desmontado recientemente por unas obras de mejora y el resto no recogió ni una sola imagen del robo.

"Además no han dejado ninguna huella, por lo que yo pienso que puedan ser profesionales", dijo ayer Macayo, quien resaltó que todo ocurrió en una hora. "A las cinco, el guarda lo vio todo en orden y a las seis ya nos los habían robado todo" y añadió, como dato curioso, que el cerrajero que ayer mismo reparó la puerta, indicó que para haberla destrozado con sus herramientas, él mismo hubiera necesitado un día entero. Los ladrones no necesitaron más de una hora.