Cada año, autobuses urbanos de la Cooperativa Los Arcos son víctimas de actos vandálicos, en concreto, de pedradas que lanzan vecinos y acaban rompiendo las lunas de los vehículos. Volvió a ocurrir el sábado sobre las siete de la tarde, cuando el autobús de la Línea 1 hacía el recorrido por Gabriel y Galán con usuarios dentro. La pedrada rompió la luna, pero no estalló, con lo que ningún viajero resultó herido.

«Nunca ha pasado nada, pero cuando lanzan la piedra suena como una bomba y la luna la tenemos que pagar nosotros» y cuesta entre 1.100 y 1.500 euros, según explicaba ayer un portavoz de la cooperativa.

Los actos vandálicos contra sus autobuses «van por temporadas». Este año «parecía que se habían tranquilizado» porque es la tercera luna que rompen por el mismo sistema, la segunda en algo más de un mes. Sin embargo, desde la cooperativa recuerdan que hace dos años «en poco más de un mes nos rompieron once o doce» y subrayan que en la zona de Gabriel y Galán «ya nos han roto entre 20 y 30». Las pagan los cooperativistas porque el mantenimiento de los vehículos corre de su cuenta, pero supone un grave trastorno económico dado su coste.

Los Arcos lamenta que «nunca se ve nada. La gente sabe quiénes son los autores, normalmente menores,pero no dicen nada por miedo a represalias».

En otra ocasión, ya acortaron el recorrido para no pasar por la zona de actos vandálicos y la medida funcionó porque «los propios vecinos, que hay muchos usuarios, presionaron para que dejaran de lanzar piedras y pudiéramos volver».

La cooperativa se plantea volver a tomar esta medida, si continúa el vandalismo, y no llegar hasta el final de la avenida. Además, mientras reciben la luna nueva, sustituirán la rota por un tablero de conglomerado «hermético y reforzado», por lo que garantizan la seguridad de los viajeros. Mientras, la policía pasará más a menudo por la zona.