Esta es la estampa ya habitual de la entrada por la carretera del Valle cada fin de semana de verano. Largas colas de coches, sobre todo las noches de domingo, de quienes vienen de disfrutar del ocio veraniego. No en vano se cuentan por cientos las casas de campo a ambos lados de la carretera N-110 en el tramo más próximo a Plasencia.