El Hogar de Nazaret se ha convertido en el mayor heredero de León Arenas con casi 1,2 millones de euros. Pero también Placeat, la Fundación del colegio de huérfanas de San José y la Hermandad de Donantes de Sangre se han repartido buena parte de la herencia millonaria del conocido empresario placentino. Han recibido 414.00, 329.000 y 84.000 euros, respectivamente, confirmaron ayer sus albaceas.

Aunque Arenas falleció en septiembre del 2006, hasta el mes pasado no se firmó la escritura de aceptación de una herencia que tiene marcado carácter social. Hombre hecho a sí mismo en el negocio de las panaderías, pese a las limitaciones de una ceguera que le acompañó desde niño, llegó a reunir un capital de 2.764.000 euros, de los que reservó 1.108.000 para repartir en una treintena de legados entre sobrinos y empleados. No tenía hijos y quiso dedicar la mayor parte a fines benéficos. La mitad debía ser para el Hogar de Nazaret, pero la otra mitad debía distribuirse entre asociaciones asistenciales que cumplieran, entre otros requisitos, con el de ser de ámbito local y privadas. La tarea la encomendó a sus albaceas.

Las elegidas y el Hogar de Nazaret, de Cáritas Interparroquial, ya disponen de los bienes, unos Inmuebles que León Arenas fue comprando a lo largo de su vida, bien para sus negocios, o bien como inversión y cuyos alquileres servirán ahora para sostener la labor social de estas cuatro organizaciones. Todas ellas se han repartido hasta doce locales situados en el centro y si la herencia del Hogar de Nazaret supera con creces los 828.000 euros en que se han tasado los inmuebles que el propio León Arenas le reservó, es porque también quiso cederle el piso donde vivió hasta su muerte, en la plaza Mayor, y parte de los legados, que han sido, de media, de 32.000 euros. Esta cesión le convierte en el mayor benefactor de la residencia de ancianos porque, en vida, también donó 180.000 euros.

Murió a los 92 años, el 20 de septiembre del 2006, y después de ver cumplido su sueño, seis meses antes, de ver colocada, en Cañada Real, la monumental fuente que donó al municipio como homenaje a su mujer.