LOS CONDUCTORES que pasaron ayer por la mañana por el Rosal de Ayala se vieron sorprendidos y alarmados al toparse con dos contenedores que cortaban parte de una calle y hacían las veces de medida de protección --en lugar de una señal-- para un operario que, justo detrás y apenas visible, limpiaba dentro de una rejilla del alcantarillado.