La obra ha pillado a la tienda de moda Kapela en plena campaña primavera-verano cuando más vestidos se compran para comuniones, confirmaciones y bodas. Resultado, unas pérdidas de 6.000 euros por la ropa que ha dejado de vender durante la semana que cerró por las tardes. "Cerramos --explicaba su dueña, Ascensión Serradilla-- porque nos lo pidió el ayuntamiento para agilizar las obras y por seguridad así es que entramos por el aro y ahora resulta que lleva toda la semana parada sin explicaciones de ningún tipo". Así lo narraba ella, pero el sentimiento de indignación es total en la comercial calle del Sol.

El polvo se mete en las tiendas y atravesar la calle es como jugar a la madre de los peligros --de hecho no son pocas los pies que han acabado hundidos en los agujeros sin tapar -- pero han decidido reabrir. "Esa es otra, que el ayuntamiento no se ha dignado a explicarnos este parón pero tampoco a informar a la gente que la calle se ha reabierto mientras tanto con lo que en total llevamos cinco meses metidos en obras y nosotros comemos de esto". Su queja a la falta de previsión del ayuntamiento es contundente. "¿No podían haber hecho antes pruebas para ver si el nuevo pavimento resulta triste o alegre?".