Pese a la constante lluvia caída durante toda la madrugada y el día de ayer, las inundaciones no se repitieron en zonas tan habituales como Los Pitufos, aunque algunos vecinos pasaron otra noche en vilo por si el agua entraba en las casas. Las que sí sufrieron sus consecuencias fueron algunas empresas del polígono industrial y varias alcantarillas, que el agua llegó a levantar.

Respecto a Los Pitufos, el presidente de la asociación de vecinos Rosal de Ayala, Agapito Díaz, destacó que "el boquete abierto por el ayuntamiento ha funcionado de momento, aunque lo que queremos es que se consiga el dinero para hacer el proyecto definitivo y no vuelvan a producirse inundaciones".

Mientras, el camino viejo de Serradilla del polígono industrial volvió a convertirse en un río. Vicente Fatela, propietario de una nave, explicó ayer: "Todo el camino es otra vez un río y hemos tenido que entrar a trabajar con los coches, pero muy despacito". Fatela volvió a quejarse al ayuntamiento por no adecuar el camino, ya que cada vez que llueve se inunda.

Por lo demás, el agua no provocó problemas en otras zonas, salvó en la calle Verdugo y el polígono de La Data, donde rebosaron alcantarillas y se formaron riachuelos. En el caso de La Data, el agua cubrió la calzada mientras que en el centro llegó a entrar en las instalaciones de Gráficas Sandoval y la policía local tuvo que cortar la calle Verdugo para evitar que la rueda de algún coche se enganchara en el hueco de la alcantarilla.