Apenas les quedan unos días para dejar el albergue municipal que montó el Ayuntamiento de Plasencia en el recinto ferial al inicio de la pandemia por el covid-19 y embarcarse en un viaje a Lérida, donde esperan encontrar trabajo. Son Luis, Cheikh y Luis, tres de las 14 personas acogidas actualmente en el albergue y que tienen un destino y un propósito, lograr trabajo.

«Un trabajo es mejor que estar aquí», afirma Luis, de 57 años, que no se queja del trato que han tenido sino de la situación a la que ha llegado. Lleva dos meses y medio en el albergue y «es la primera vez que estoy en la calle». Sin empleo, separado y con dos hijas, afirma que tiene dos inmuebles al 50% con su exmujer y está inmerso en un proceso judicial para recibir su parte. Es escéptico sobre la posibilidad de lograr un empleo: «veremos a ver, no se sabe», dice.

En el albergue, «hemos estado bien, hemos tenido comida, agua caliente y Protección Civil nos ha traído todo lo que pedíamos. Lo único que no tenemos es para lavar la ropa, que lo tenemos que hacer con el champú».

Algo menos de tiempo, un mes, lleva su compañero Luis, de 53 años, en el albergue. Explica que estaba en un centro de acogida en Don Benito, le operaron en febrero y «la directora del centro nos dijo que aquí había trabajo en la recogida de la cereza. Vinimos cinco personas, pero cuando llegamos no había, así que me quedé aquí. Ahora nos vamos a Lérida, que nos han dicho que hay mucho trabajo para la fruta», afirma.

Además, allí tiene Cheikh, senegalés de 54 años, amigos y parientes. Lleva 14 años en España y 4 en Plasencia. No tenía trabajo, pero sí pareja, sin embargo, afirma que discutió con ella y se fue de casa. Entonces, «fui a la Policía Local y me dijeron que podía quedarme aquí». Lleva dos semanas en el albergue y solo tiene buenas palabras para la atención que ha recibido, tanto de Protección Civil como de la Policía Local, en especial del intendente, Enrique Cenalmor, por su preocupación por ellos. «Nos va a comprar los billetes», destaca.