El gancho turístico del golf es innegable. El estudio de mercado que maneja la sociedad Valle Jerte Golf lo demuestra: de 60.000 aficinados al golf con licencia en Madrid, sólo del orden de 4.000 pueden practicarlo sin salir de la capital. El resto tiene que viajar y así han proliferado los campos de golf. Por eso su objetivo es atraer al aficionado madrileño al mismo Valle del Jerte y de ahí que su proyecto incluya una oficina de turismo.

La proximidad a Madrid y en el futuro el AVE y las autovías serán un revulsivo para romper con la estacionalidad de un turismo que, además, es de calidad con lo que creará riqueza en Plasencia y las comarcas.