Las mujeres maltratadas van a disponer en la ciudad de un centro de inserción sociolaboral y apoyo psicológico proyectado para "ayudarlas a superar las secuelas de los malos tratos y facilitarles su inserción laboral". Es el acuerdo al que llegaron ayer en Mérida la alcaldesa y la edil de Mujeres, Raquel Puertas, con la directora del Instituto de la Mujer de Extremadura, Josefa Caraballo, tras una reunión de la que salieron "muy satisfechas".

Puertas explicó que este centro de inserción sustituirá al de emergencia inicialmente previsto en los dos pisos cedidos por la Agencia Extremeña de la Vivienda, porque "a mujeres de Plasencia no las podíamos tener en la ciudad, ya que estarían muy cerca de sus maltratadores y de esta manera, les daremos una atención integral", explicó.

De hecho, la edil destacó que la puesta en marcha de este nuevo centro será una experiencia piloto en la región, que entrará en funcionamiento tras la firma de un convenio entre el ayuntamiento y el Instituto de la Mujer. Además, hizo hincapié en que atenderá dos ejes fundamentales: "La situación emocional de las mujeres y el impulso de su actividad personal y laboral posterior, facilitando a las maltratadas habilidades para promover su autonomía y que superen sus secuelas psicológicas".

Para que esto sea posible, el Instituto de la Mujer financiará la contratación de personal y el ayuntamiento (que gestionará el centro) elaborará el proyecto para que el Sexpe financie los programas de inserción y talleres.

De plazos la edil no quiso hablar porque primero hay que acondicionar los pisos para que puedan acoger el centro, pero cree que en verano podrá estar ya en funcionamiento.