La solicitud de Fiesta de Interés Turístico Nacional se cargó ayer de razones con la masiva afluencia de público al Martes Mayor. Hasta 35.000 personas, según la concejalía de Turismo, que superan las previsiones más optimistas. Aunque este año estuvo más desahogado porque el mercado medieval de la zona monumental se amplió también a la Torre Lucía y a la plazuela de San Martín y porque el personal prefirió aprovechar el fresco de la noche para visitar los puestos el lunes y no tanto ayer a pleno sol.

Aún así en la plaza Mayor no hubo un hueco libre durante el concierto de Marta Sánchez, acompañada por momentos por el placentino Paco Arrojo, por lo que el balance de la hostelería no puede ser mejor. Como tampoco el de la popular calle de los vinos, que volvió a ser el referente para los jóvenes cual feria de junio. Como las charangas.

Porque en eso se ha convertido el Martes Mayor con la particularidad de que ofrece las escenas más típicamente extremeñas, la música del tamboril o la artesanía en vivo junto a la ambientación medieval en pleno recinto monumental sin olvidarse del mercado de frutas y hortalizas que se celebra cada martes. A fin de cuentas el Martes Mayor se creó en los 60 en homenaje al mercado que data de los orígenes de la ciudad en el siglo XII y que recibía a las comarcas cuyos alcaldes se han llevado este año a sus municipios el homenaje de los placentinos durante el acto institucional celebrado el domingo en la plaza Mayor. La corrida nocturna de rejones y forcados debió poner el punto final a la expresión de color y calor del Martes Mayor.