El gobierno local de Plasencia sigue adoptando medidas para atajar la problemática de los ruidos en la ciudad. Unas molestias que sufren centenares de vecinos en el municipio, pero que no siempre derivan del incumplimiento horario de los locales de ocio nocturno. De hecho, el ayuntamiento ha dado a conocer sanciones impuestas a varios vecinos por actitudes incívicas relacionadas con el exceso de ruido.

En concreto, el consistorio ha multado con 300 euros a cada uno de los propietarios de dos vehículos, por utilizar dentro del coche "un equipo de reproducción sonora cuyo volumen perturba manifiestamente la tranquilidad ciudadana y el orden público". Cada uno de los propietarios fueron sorprendidos y denunciados por la policía local por "perturbar el descanso y la convivencia ciudadana" a altas horas de la madrugada.

También se han aprobado dos sanciones de 100 euros cada una para los inquilinos de una vivienda ubicada en la avenida de La Vera por tener puesta música a gran volumen que se escuchaba en el resto de pisos del bloque. Uno de los sancionados reclamó que la policía local (que acudió al edificio, ante la llamada de los vecinos) no había realizado ninguna medición exacta del volumen, pero el gobierno local argumenta que los agentes "pudieron comprobar in situ como la música se podía escuchar desde el piso inferior a gran volumen".

Todos los sancionados han interpuesto recurso de reposición contra las resoluciones de Alcaldía, pero la Junta de Gobierno local los ha desestimado haciendo efectiva las sanciones.

Medición de ruidos

Desde que se dio a conocer la sentencia que condenaba al ayuntamiento a indemnizar a cuatro particulares que interpusieron una demanda contra el consistorio por no hacer cumplir el horario de cierre de la discoteca MoMa, durante la pasada legislatura, "este gobierno está decido a hacer cumplir la normativa regional en materia de ocio y convivencia en la ciudad" como señaló el alcalde, Fernando Pizarro. Aun así queda pendiente realizar un estudio sobre posibles zonas saturadas de ruidos, como es el caso de la calle Patalón, que aglutina 13 locales en 100 metros de vía, y la calle Cartas, donde los vecinos reconocen la mejoría en el control de los horarios.