Paco tiene 63 años y estaba a la espera de que le pusieran unas prótesis en las rodillas en el hospital Virgen del Puerto de Plasencia. En su caso, le dieron dos opciones, derivarle a una clínica privada en Cáceres, de forma gratuita, o seguir esperando para ser operado en Plasencia. Optó por lo primero y «en quince días estaba operado de una rodilla». Calcula que en el Virgen del Puerto le tocaría «para finales del 2020».

Inicialmente, el traumatólogo le dijo «que iba para dos años», pero, a los 13 meses, «recibí una carta con las dos opciones. Lo consulté y me dijeron que, si esperaba para operarme en Plasencia, tardarían otros 14 o 15 meses».

La derivación le ha supuesto tener que desplazarse en ambulancia, junto a otros pacientes de distintas áreas de salud de la zona norte, «de Coria, de Navalmoral...» Los tiempos son lo más positivo porque «al día siguiente de la operación, ya empecé la rehabilitación, 20 días».

Lo negativo, los traslados diarios y que todas las revisiones tendrá que seguir haciéndoselas en Cáceres.

Se queja de que «esta sea la forma de bajar las listas de espera» quirúrgica -y aún así, a la espera de los datos del primer semestre del 2019, el área de salud de Plasencia es hasta ahora el de mayor espera de toda Extremadura- cuando lo ideal sería «que abrieran los quirófanos que llevan años cerrados y completaran las plantillas de traumatólogos y anestesistas» en el hospital Virgen del Puerto. Porque todavía tendrá que ponerse la prótesis en la otra rodilla.