Joaquín Araujo no tuvo reparos ayer en asegurar ante 200 escolares que lo que de verdad le gustaría es dar clase al Consejo de Ministros y a los grandes empresarios porque "resulta una desfachatez decir que los problemas ambientales tienen que arreglarlos las próximas generaciones". El naturalista y escritor aprovechó su charla con motivo de la inaguración del curso del Salugral para mostrar su deseo de que los escolares "no lleguen nunca a echar de menos lo que hoy pueden contemplar en Extremadura" y que consideren como suyo el hecho de que la naturaleza extremeña "es el trozo de vida más espléndido de toda Europa occidental y sería absurdo perderlo", según informa Efe.

Además, advirtió de que la educación ambiental no tiene que ir dirigida únicamente a las generaciones más jóvenes sino que debe darse a "los grandes empresarios de la comunicación, de infraestructuras, los responsables políticos y la ciudadanía en general".

Tampoco olvidó Araujo referirse a los incendios que han asolado la región este verano y señaló que los responsables políticos de las distintas administraciones "deberían aplicarse muy bien la lección y hacer políticas preventivas reales en defensa de los bosques".