En plural, sí, porque esta vez la comarca de la Vera es la cuna de parte de los afortunados en recibir la máxima distinción institucional de la región. El pintor Jaime de Jaraíz (a título póstumo), de Jaraíz y el Grupo Musical ‘Manantial Folk’ de Madrigal.

Esta medalla se concede anualmente, desde 1986, a personas, entidades, corporaciones o asociaciones que, dentro o fuera de Extremadura, hayan destacado por sus méritos o por los servicios prestados a la región. Sin duda alguna, los elegidos lo han hecho.

El pintor Jaime de Jaraíz (Jaime García Sánchez, Jaraíz de la Vera, 1934-2007) ha llevado a la localidad dentro y fuera de nuestras fronteras con su sobrenombre. Como era habitual en la época, nació en casa, sita en la calle Jaraíz de la Vera. Todo ello propicia la lógica elección de que todos le conocieran con el nombre de su pueblo natal, que de tantas formas diferentes formó parte de su vida desde su nacimiento, hasta su muerte.

Hijo Predilecto de su localidad (1979), deja su huella en una pintura religiosa de grandes dimensiones en la iglesia jaraiceña de San Miguel, ‘Aparición de la Virgen de Fátima a los pastorcillos, de la que, lamentablemente, sólo se conserva el boceto. El éxito de la obra propició que el ayuntamiento le facilitara una beca, que destinó a su preparación para estudiar en la madrileña Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Su obra está distribuída por todo el mundo.

Y en el caso de ‘Manantial Folk’, modernos herederos del Méster de Juglaría medieval, sus más de 35 años de existencia avalan su encomiable labor de recuperación, actualización y mantenimiento del folklore. La publicación de veinticuatro trabajos discográficos, dos cancioneros y más de dos mil conciertos, tanto nacionales como internacionales, en alguna ocasión hasta más de un centenar por año, dan buena prueba de ello.

Creado en 1981 y con Gredos como origen natural común, miembros de Madrigal de la Vera y El Raso (Ávila) conforman este grupo que recupera las canciones del entorno, valioso legado cultural para las generaciones futuras. Y así continúan haciéndolo hasta hoy. Reconocer o nuestro y mantenerlo es la única manera de que perviva al paso del tiempo y el olvido. Hoy debemos de sentirnos orgullosos de todos los que, gracias a su labor, consiguen perpetuar la historia mientras la disfrutan.