Una joven, pero vieja conocida de la policía, se tiró el domingo al río para evitar a los funcionarios de la comisaría que la perseguían porque presuntamente había robado 500 euros a un hombre, además de que estaba en busca y captura. Eran las nueve de la mañana y allí permaneció durante media hora ante los policías con la amenaza de clavarse una navaja si entraban a por ella.

Ocurrió bajo el puente de Gutiérrez Mellado y la historia terminó cuando una vecina de San Lázaro le convenció a cambio de darle veinte euros con los que comprar la droga. La misma mujer le llevó ropa seca y I.J.N., de 40 años, montó en el coche patrulla. Ya ha pasado a disposición judicial.