Daniel Pérez y Gloria Sánchez tienen 32 y 30 años respectivamente y llevan seis casados. Ambos trabajan en la empresa, él como oficial de segunda de encuadernación y ella como auxiliar de taller y su situación es doblemente grave porque "a nosotros nos van a deber ocho sueldos", se queja Daniel.

En esas condiciones, tienen que pagar una hipoteca y dos préstamos. No pueden y "ya hemos dejado de pagar la hipoteca". Mientras, "mi madre nos está pagando la luz y el teléfono", cuenta Gloria. Pero además, Gloria añade que "esto moralmente es muy complicado, estamos muy mal porque la necesidad ahoga".