Es un tema del que se ha hablado en numerosas ocasiones, pero para el que todavía no se ha tomado una decisión, la gestión de la futura residencia de mayores que se construye en los antiguos pabellones militares. El presidente de la asociación de vecinos de Miralvalle, Agustín Benavente, dijo ayer claramente cuál es el sentir del barrio en este sentido: «esperamos que sea pública».

Es un deseo que también ha manifestado el alcalde públicamente, al tiempo que ha señalado que la decisión se tomará tras las elecciones del mes de mayo y los interlocutores serán el alcalde y el presidente de la Junta que salgan de las urnas. «No tendría sentido hablarlo antes», ha señalado, porque además, hasta junio del 2020 no está previsto que finalice la rehabilitación de los pabellones. No obstante, Fernando Pizarro adelantó ayer que, en breve, prevé realizar una visita a la zona con los vecinos y los representantes de las entidades que han colaborado en la decisión del tipo de residencia a construir.

Ante las obras, ayer el alcalde, el presidente vecinal, varios concejales, técnicos municipales y otros miembros de la directiva de la asociación visitaron otra obra, «la primera promoción importante tras la crisis», la del edificio de viviendas que acogerá la sede de la asociación vecinal.

Situado en la confluencia de Manuel Revilla Castán con Marqués de Vadillo y Cabezabellosa, la asociación ocupará la primera planta del edificio, de 300 metros cuadrados, frente a los 240 que ahora tiene en el Rosal de Ayala. Según explicó ayer Pizarro, contará con dos salas grandes y tres pequeñas, más los baños, además de una entrada independiente por Marqués de Vadillo y un ascensor propio. También está prevista la insonorización del local para que las actividades no afecten a los vecinos.

Será la nueva sede de un barrio de unos 10.000 habitantes que además prevé ampliarse con la zona de Céntrica y Cañada Real, que actualmente no tiene representación vecinal. Porque, según manifestó el presidente de Miralvalle, varios vecinos se han mostrado ya interesados en formar parte de esta asociación y «quitar así esta línea roja que nos separa de Céntrica».

Otro espacio que ya ha acondicionado el ayuntamiento ha sido la travesía de Manuel Revilla Castán a Román de San José, donde antes había setos, que se han eliminado por petición vecinal para poner césped. Hasta ahora, se acumulaban excrementos de perro, por lo que Pizarro ha pedido que los vecinos «lo cuiden, sobre todo los que tienen mascota».