Las hermanitas de los pobres se han reafirmado en su decisión de no desprenderse de terreno del asilo como le ha pedido el ayuntamiento para evitar un cuello de botella en el bulevar de Cañada Real. Así se lo ha comunicado la superiora a la alcaldesa, pero el ayuntamiento todavía no ha tomado una decisión sobre si recurrirá o no a la expropiación o seguirá con el proyecto pese al estrechamiento del bulevar, como confirmó ayer la concejala de Urbanismo y Obras, Mónica García.

La superiora ha insistido en que el espacio que pide el ayuntamiento es muy valioso para los ancianos porque "del exterior, es la única zona llana que tienen para pasear, el resto tiene cuestas y les resulta muy difícil moverse, sobre todo para los que necesitan silla de ruedas".

Lo cierto es que esta falta de acuerdo con las monjas es un escollo que ha mantenido parado el que es uno de los tres proyectos estrella de los presupuestos municipales de este año y que lleva parado casi un año.

LOS ANTECEDENTES Justamente en la Semana Santa del 2006, García anunciaba que la segunda fase iba a continuar por la rotonda de Los Alamitos y no a continuación de la primera, que entonces estaba solo a falta de poner en marcha la fuente y terminar la jardinería.

El gobierno local tomó esta decisión para tener más tiempo para negociar con las monjas y luego ha justificado el hecho de que la segunda fase todavía no haya comenzado en que podría formarse cierto caos circulatorio al coincidir con las obras de la residencia de alzhéimer en la antigua colonia de La Inmaculada.

Con todo, y pese a que Elia Blanco ha dicho en varias ocasiones que "el bulevar se va a terminar", nada se sabe de cuándo comenzará la próxima fase.