Aseguran que no se quejan de vicio. "Es indignante. Es el segundo corte de agua que vivimos en apenas cuatro días" argumenta uno de los afectados. Los residentes del PIR de Los Monjes de Plasencia, situado en la carretera de Malpartida, señalan que ya no van a tolerar más cortes de agua, "sin recibir una explicación oficial por parte del ayuntamiento".

El fin de semana pasado, los residentes estuvieron sin agua corriente desde el viernes por la tarde, hasta el domingo de madrugada. "Me gustaría que algunos políticos cerraran las llaves de paso de sus casas y vivieran días enteros sin agua corriente, para ver qué tal se las apañaban" sentencia otro de los vecinos afectados.

PLATAFORMA VECINAL Los residentes, cansados de sufrir cortes de agua --en lo que llevamos de año han padecido hasta 4 cortes-- aseguran que quieren crear una plataforma de protesta para ejercer presión "y que se nos escuche de una vez". El pasado jueves, cuando el PIR de Los Monjes --en el que residen alrededor de 282 familias, que llevan aguantando cortes de agua desde hace más de dos años-- volvieron a sufrir el enésimo corte, comenzaron a colocar carteles de protesta en los portales del residencial, para convocar a los afectados a una concentración, que tuvo lugar ayer, a las 21.00 horas en los soportales del palacio municipal, en la plaza Mayor. Alrededor de 40 afectados se dieron cita para protestar por la situación.

OBRAS Los vecinos se quejan sobre todo de la poca información que reciben, tanto de la UTE de aguas, como del gobierno municipal. "No es normal que en una urbanización como esta, que supuestamente es nueva, uno no se pueda lavar, ni beber agua. Y encima la UTE no nos avisa de los cortes".

Entre la indignación y la poca información que reciben, los vecinos empiezan a hacer cábalas sobre la situación actual. "Ahora mismo hay una zanja abierta, en obras, que suponemos que será para reparar las tuberías, pero no lo sabemos", comenta un vecino, mientras que otro asegura que "un responsable de la administración nos ha dicho que íbamos a estar cinco días sin agua", sin precisar si se trata de un miembro del gobierno local o un responsable de la propia UTE.

Al estado actual de desconcierto y resignación, se le une el hecho de que los vecinos también sufren otra serie de desperfectos en sus pisos y su barriada. "La calle está rota y levantada, los jardines no se riegan nunca y encima tenemos humedades en las paredes de nuestras casas" sentenció uno de los residentes.