Los controles serán meramente informativos sólo en el caso de que paren a un conductor por no llevar puesto el cinturón de seguridad. Los demás conllevan multas: de 48,08 por hablar con el móvil o no llevar puesto el casco los motoristas. El resto las impone Tráfico.

De alcohol se hacen en caso de accidentes o si el conductor da muestras visibles, pero con apoyo de la Guardia Civil porque la policía carece de alcoholímetro así como del aparato que mide el ruido de los tubos de escape aunque lo regule la ordenanza en ciernes.