Los actos organizados para celebrar la Noche de Antruejos han enganchado este año a los placentinos. Cientos de personas acudieron a la zona monumental para escuchar el pregón de la fiesta --pistoletazo de salida para los Carnavales y víspera de San Fulgencio-- escuchar la primera tamborrada, ideada por el concejal de Festejos, Blas Raimundo, y participar de las tradiciones.

Si en años anteriores prácticamente sólo las amas de casa seguían fieles a la fiesta, el sábado fueron muchos quienes quisieron acompañarlas --aunque se echó de menos precisamente al edil de Festejos--. Pese al frío, la plaza de la catedral se llenó para escuchar la presentación de Juan Carlos López y el pregón de Vicente Paniagua, que estuvieron acompañados por la presidenta de las amas de casa, Mercedes Cáceres, y varias personas con antorchas y vestidas de Carnaval, aunque fueron las menos.

López destacó el empeño de las amas de casa por recuperar la fiesta y se felicitó por la afluencia de público: "Los que estáis aquí demostráis que queríais recuperar al patrón. ¡Vamos a seguir haciendo Antruejos!". Mientras, Paniagua leyó un pregón plagado de anécdotas y toques de humor: "Las amas de casa necesitaban un pregonero de peso y aquí estoy". El punto negativo fue el sonido, bastante deficitario, que provocó quejas.

SIN QUEIMADA A las intervenciones le siguió la parte sonora de la fiesta, el estreno de la tamborrada en la que participaron unas 40 personas. Desfilaron con sus tambores desde la catedral hasta la plaza de San Nicolás seguidas por el numeroso público, que volvió a congregarse ante la iglesia para participar en la tradición de quemar papeles con lo malo del año anterior en un caldero sujetado por una conocida ama de casa.

La procesión siguió después por la calle Zapatería hasta la plaza Mayor, donde falló la queimada que Festejos había anunciado para todos los participantes. Los que quisieron seguir la fiesta se tuvieron que contentar con la verbena popular celebrada en el pabellón del ferial.