La catedral se quedó ayer tarde pequeña para dar el último adiós a Carlos Muñoz Cáceres, el joven policía local muerto en accidente de moto cuyo triste final ha causado una gran conmoción en Plasencia, donde tanto el agente como su familia son muy conocidos y apreciados. La plantilla de la policía al completo le rindió homenaje y uniformados cargaron a hombros el féretro, que iba cubierto por completo de coronas de flores.

Casado y con sólo 32 años, la muerte le sobrevino la noche del lunes a escasos kilómetros de Navalmoral de la Mata cuando regresaba a casa, junto a otro joven policía y también motero, de disfrutar de un paseo en moto, que era una de sus grandes aficiones. Por causas desconocidas perdió el control del vehículo y perdió la vida en el acto en el tramo que está en obras.

PESAME DEL AYUNTAMIENTO Sus restos mortales fueron conducidos al tanatorio de Navalmoral de la Mata, donde la familia estuvo acompañada por el concejal delegado de la policía local, Blas Raimundo, el jefe y los subinspectores así como por numerosos compañeros, que todavía no se han sobrepuesto a la triste noticia.

Ya ayer el velatorio fue en Plasencia, tan multitudinario como el funeral oficiado a las seis de la tarde en la catedral, donde tampoco faltó la alcaldesa Elia Blanco y gran parte de la corporación municipal. El edil de la policía cerró el cortejo de agentes con el uniforme de semigala en señal de luto.