Ni el intenso frío reinante ayer tarde pudo con la procesión extraordinaria en la que las cofradías del Silencio y la Sagrada Cena sacaron a Nuestra Señora del Amor de Santo Domingo a la catedral, a cuya puerta salió a recibirla el Nazareno, para proceder después de una misa a la firma del protocolo de hermanamiento de ambas hermandades. Así han querido celebrar ambas cofradías el 75 aniversario de su fundación. Fue una procesión de calle en la que la Virgen llegó acompañada por la banda de la OJE y el numeroso público que desafío las bajas temperaturas. El Nazareno salió hasta la segunda escalinata de la plaza de la catedral y siguió después a la Virgen en su entrada al templo. Después volvió a su lugar en la exposición de pasos en Santo Domingo mientras el Nazareno permanecerá, como siempre, en la catedral. Fue solemne.