Han pasado bastantes décadas entre una generación y otra, pero a la hora de jugar, son niños igualmente. Mario olvidó ayer durante tres horas su play station para disfrutar de los juegos con los que se divertían cuando eran pequeños los que ahora rondan los 70 años.

Como Mario, todos los escolares del colegio de San Miguel conocieron y disfrutaron de las chapas, la bilarda, el patín, el aro, la comba y el burro gracias a diez mayores que durante esta semana se están acercando a los diversos centros educativos para explicarles los juegos antiguos "y para que los pequeños desarrollen la imaginación y sean más creativos", contaba ayer César Domínguez, uno de los mayores.

Las carcajadas, las risas y la diversión estuvieron ayer muy presentes en el patio del colegio, ya que mientras unos jugaban al aro, intentando controlarle con una vara de metal, otros saltaban a la comba y en otro rincón, varios niños tirados en el suelo intentaban alcanzar la meta con sus chapas.

Previo al juego, los mayores les explicaron el procedimiento, "pero ellos quieren practicarlo y por eso se ponen con ello enseguida". Los niños disfrutan, pero los mayores mucho más. Gracias a esta actividad incluida en la Semana del Mayor, estas personas reviven "aquellos momentos en los que nosotros disfrutábamos como ellos lo hacen ahora", añora César.