El lunes pasado, a las 15.30 horas, llegaba en autobús a la ciudad el primer grupo de niños saharauis procedentes de los campamentos de Argelia para pasar dos meses de vacaciones en la ciudad, dentro del proyecto Vacaciones en Paz . El segundo grupo llegará el martes.

Estos últimos han volado desde Tinduf hasta Sevilla y el martes lo harán a Madrid para disfrutar de dos meses en tierras extremeñas, alejados de las altas temperaturas y de la pobreza del Sáhara. En total, serán 27 los menores que vivirán con familias de acogida en la ciudad y las comarcas del norte.

En el primer grupo, todos menos un menor, son repetidores y este es su tercer año consecutivo. Tanto la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui como las familias de acogida coinciden es resaltar la emoción del momento de la llegada. Los niños llegaron hasta la Asociación de Vecinos del barrio de San Juan, donde hubo un gran revuelo, aunque solo fueron los más allegados, cuenta Olga Martín, madre de acogida.

Los niños están en contacto con sus familias en todo momento y, mientras se acostumbran, las primeras semanas no hay actividades conjuntas. Los niños pasarán las revisiones médicas --algunos ya lo han hecho--, algunos irán a campamentos urbanos...

"Los jóvenes quieren vivir esta experiencia y disfrutar de nuestro entorno, relacionándose con las familias y amigos de acogida, con personas de la ciudad", explica Zulema Sánchez, presidenta de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui.

En cuanto a las actividades conjuntas, todos los años suelen realizar una convivencia con los niños de acogida de toda Extremadura y este año será en Don Benito, en el mes de agosto. Mientras tanto, los jóvenes podrán verse en la piscina porque el ayuntamiento ha regalado a las familias de acogida un bono para disfrutar gratuitamente del baño durante estos dos meses.

Plasencia es una de las localidades con más familias de acogida de niños saharauis de la región junto a Don Benito, en total, 280 niños estarán en Extremadura este verano. Sánchez cree que el balance de estos últimos años es positivo porque en la ciudad hay dos familias más de acogida este verano y cada año se animan más y son más los niños que disfrutan de estas vacaciones diferentes.