Cándido Cabrera afronta su primera romería como presidente de la cofradía de la Virgen del Puerto con ilusión y deseos de que la jornada transcurra sin incidentes. Tras ser elegido en octubre, se ha centrado los últimos meses en organizar los actos religiosos de la fiesta.

--¿Cómo han sido los preparativos?

--Sobre todo ha habido mucho diálogo con las Siervas de María, el rector del santuario y el obispado. He estado al frente de muchas cosas en la vida, pero ser presidente de esta cofradía no es como otros cargos que he tenido, en el que tú tomabas las decisiones como mejor creías, aquí hay que contar con muchas personas.

--¿Cómo vive su primera romería como presidente?

--Sobre todo con mucha ilusión por ser el primer año y pensando en que los placentinos queden contentos. Para mí es un honor presidir la cofradía de la Virgen porque es el símbolo más importante de nuestra ciudad y no hay nada como el fervor que se siente hacia ella.

--¿Religión o diversión?

--Por encima de todo es una fiesta religiosa, si no fuera así, sería un día de jolgorio, pero eso no es fe. Lo más importante es la devoción a la Virgen y hay que dar ejemplo y saber estar, aunque eso no quita que la gente se tome unas copas para divertirse, pero siempre bajo la devoción a la patrona.

--¿Qué pediría entonces a los placentinos el domingo?

--Les pediría a los que vayan a la romería que se sepan comportar y que se lleven bien. Que se abracen, se quieran y sepan compartir. Pero sobre todo, que sean devotos a la Virgen.