Mamá quiero ser artista le dije después del pedazo musical de Paco Arrojo, pero hija --me soltó-- si tienes menos salero que el que le va a quedar a Plasencia en Caja Extremadura. Porque mi madre no sabe de intrigas politiqueras, o sea que lo mismo le da que le da lo mismo que se quede la vicepresidencia primera el PSOE que el PP, pero en casa, que la memoria no le falla y recuerda que Caja Plasencia fue la parte contratante de la primera parte, que dirían los hermanos Marx, en la fusión con Caja Cáceres.

Pero la vida es una tómbola y le sigo cantando, cual Marisol, que lo que pasa es que ni el PSOE ni el PP placentinos tienen peso específico por mucho que a Jesús Medina le embista vitorino Durán tan de frente como los de Martín esta tarde en el ruedo. Vamos que Saponi es más alcalde, más del PP y parece que no hay vida después de Dillana.

Porque menuda plaza la placentina, que ni la feria de junio ha sabido conservar y no la conoce ya ni la madre que la parió, que diría Alfonso Guerra. Ay de los años en los que lo que decía yo es papá, quiero ser crítico taurino, pero él me dio una larga cambiada: si lo que quieres es ir de feria en feria te pago un puesto de garrapiñadas y no la universidad.

Y vaya si he cambiado porque ahora me acuerdo de Los Morancos y le digo a mi director. ¡Quién manda aquí, pues mándame a la playa! Y vaya si manda porque aquí me hallo. Trabajando en ferias y ustedes me perdonen, pero yo también me he ido de cañas y va siendo hora de ir a feriarme uno de esos sombreros de diseño --o sea de vaca-- que cómo se ponen las cabezas con el sol.