Así de claro se manifestaba ayer Pura Iglesias porque a la incomodidad propia de las improvisadas escaleras se une que algunos vecinos superan los 70 años y tienen que caminar ayudados con un bastón. Junto a esta señora, su vecino Victorino González explicaba: "Yo tenía que entrar con la moto pero se escurría con tanta tierra y un día me quedé atascado así que tuve que poner las tablas". A ello se suma la ausencia de asfaltado, acerados, alumbrado público y limpieza que lo convierte más en una carrera de obstáculos con las tuberías de agua, incluso, sin enterrar.