Los jugadores de la multitudinaria liga de fútbol-7 podrían estrenar el nuevo campo del Rosal de Ayala en Los Pitufos en mayo. Así lo espera el concejal de Deportes, Enrique Tornero y también la organización de la liga, a la que le gustaría reinauguar el campo el 6 de mayo, fecha del último partido de la temporada.

Todo dependerá del ritmo de las obras, que comenzaron a finales de enero con un presupuesto de 180.000 euros para sustituir el campo de fútbol de tierra por uno de césped artificial. Era una antigua demanda de la organización de la liga, que aglutina a más de 800 jugadores y disputa más de 500 partidos a lo largo del año --ahora en el parque de la Coronación y en el campo de Valcorchero-- por eso afirman que "tras quince años de competición, esta liga de fútbol aficionado se lo merece".

Así, aplauden el comienzo de la obra, al tiempo que no entienden algunas críticas: "Hay quien se queja de que el campo esté en Los Pitufos, pero es que lo demandan más de 800 personas", dicen desde la organización.

Esta, eso sí, advierte de que estará muy pendiente de cómo se ejecutan las obras y de cuál va a ser la dimensión real del terreno de juego, ya que aunque se va a superar el ancho reglamentario de 30 metros, les preocupa que el largo no llegue a los 60 y en este caso, no podría acoger competiciones oficiales.

Aún así, el concejal destacó que se ha tirado un muro y una parte de un graderío para ganar en anchura porque "antes el campo tenía la medida justa y lo más importante de la obra era tirar el muro". Además, explicó que el campo llevará un riego por aspersión de lo más novedoso y la organización resaltó la mejora de los vestuarios. Para el edil, "nadie se podía imaginar que esto fuera una realidad".