Con 25 años de experiencia política, 9 en el gobierno del Ayuntamiento de Plasencia, su alcalde, Fernando Pizarro, se ha enfrentado a la experiencia más complicada de su trayectoria en la que dice será su última legislatura.

-Hace un año no imaginaría que hoy estaríamos en la situación que vivimos, ¿qué esperaba de este primer año?

-Esperaba que fuera una continuación de las inversiones, incluida la licitación de la segunda fase de la carretera de Montehermoso. También aspiraba a que con el Gobierno y la Junta hubiéramos firmado el convenio de Martín Palomino. Algunas cosas continúan y otras se han puesto en marcha, pero ahora tengo más dudas de que las administraciones cumplan con Plasencia.

-¿Por qué?, ¿De qué duda?

-Porque la pandemia cambia mucho las prioridades y, aunque estas obras y la rotonda de la zona norte son fundamentales para nosotros, a buen seguro suponen una excusa muy importante para los gobiernos socialistas, aunque no pierdo la esperanza.

-La pandemia lo ha trastocado todo, ¿cómo le ha afectado?

-Desde el punto de vista personal y también como alcalde, lo más doloroso son las pérdidas de mucha gente que conocemos y a las que no hemos podido despedir adecuadamente y los fallecidos son además olvidados por algunos desde el punto de vista político y eso duele mucho. Porque las administraciones de la Junta y el Gobierno Central en muchas ocasiones olvidan a las víctimas, ya que a día de hoy no sabemos cuántas personas han dado su vida en esta pandemia. Las primeras no se contabilizaron porque no se hacían pruebas y ese olvido duele mucho, sobre todo cuando hemos perdido a gente cercana. Como alcalde, siento que todas las prioridades han cambiado. Está siendo un periodo muy intenso de actividad y las preocupaciones se han multiplicado.

-¿Está satisfecho con el trabajo realizado?

-Se ha hecho un gran trabajo, en equipo. Todo el mundo se ha responsabilizado de continuar la actividad y los ciudadanos nos transmiten su agradecimiento. Nosotros nos adelantamos porque cinco días antes de que entrara en vigor el estado de alarma, comenzamos a tomar decisiones como el cierre de los parques, del teatro, la actividad presencial en el ayuntamiento se redujo al mínimo… Pero eso lo podríamos haber hecho antes, si hubiera tenido los asesores del Gobierno, posiblemente deberíamos haberlo hecho antes, pero necesitábamos instrucciones de los gobiernos, que no llegaron.

-La línea de ayudas para Pymes y autónomos fue lo primero que se anunció y aún no está disponible, ¿por qué tardan?

-Por varias razones. La primera es que necesitábamos saber cómo se iban a desarrollar las ayudas de otras administraciones para no solapar. También necesitábamos informes de la Intervención porque no son competencia municipal y los expedientes para la modificación de crédito, que tenían que pasar por pleno. Empezamos a trabajar en abril, pero el trámite administrativo tarda para cumplir la legislación.

-¿Cómo se ha ayudado a las empresas desde el ayuntamiento?

-Lo primero que anunciamos fueron medidas fiscales, las que nos solicitaron, como eliminar la tasa de las terrazas y ampliar el espacio de terraza. Por otro lado, redujimos al mínimo la tasa de basura del trimestre, y las licencias de apertura, cambio de titularidad etcétera también se eliminaron, como una medida para el emprendimiento. También tuvimos un compromiso con Pymecon y fue que la obra pública se iba a mantener.

-¿Y a las familias?

-La primera medida fue mantener todo lo que se hacía con los servicios sociales, siempre con ayuda de las oenegés. Pero aumentaron las necesidades perentorias, es decir, los alimentos y pusimos estas ayudas a disposición de familias que se iban sumando. Por otro lado, las ayudas para mínimos vitales, ayudas de emergencia y de alquiler también se van a ampliar y ahora tenemos dos planes de empleo que compartimos con Junta y Diputación y se crearán unos 65 puestos de trabajo.

-¿Cómo afronta la nueva normalidad?

-La prudencia es el principio fundamental y esa responsabilidad debe ejercerse de tal manera que podamos volver a poner en funcionamiento la ciudad. Ya tenemos la experiencia y las actividades se tienen que ir adaptando ahora a las nuevas circunstancias, junto con las medidas sanitarias, es un equilibrio complicado que requiere de la responsabilidad de todos.

-Si el paro ya era un problema, ahora se ha disparado. ¿Qué va a hacer para solucionarlo?

-En este sentido, solicitamos a las administraciones la posibilidad de que el norte extremeño tenga elementos de desarrollo y oportunidad. Son muy importantes las obras pendientes y pedimos a las administraciones que, cuando lleguen proyectos empresariales, se acuerden del norte. Nosotros trabajamos de manera intensa, pero necesitamos que el resto de administraciones nos ayuden y se acuerden del territorio del Tajo para arriba.

-Ha pedido a Hacienda condonar o flexibilizar la devolución del pago del crédito por el principal de las huertas de La Isla, ¿Qué pasará si no lo autorizan? ¿Sería imposible salir de la crisis?

-Si tenemos que hacer frente en el 2021 a esas cantidades de dinero, sería imposible porque tendríamos que aportar 3 millones de euros. Pero hablo de un futuro a medio plazo y supone una carga demasiado importante para esta ciudad. Por eso, justo antes del estado de alarma comenzamos a mantener conversaciones con el ministerio para que las condiciones de devolución del crédito fueran mejores y sigo manteniendo conversaciones. Espero que tengamos la posibilidad de encontrar en estos 6 meses próximos un acuerdo, que los presupuestos del año que viene no tengan que contemplar esa devolución.

-En cuanto a las obras de fondos europeos, la de los pabellones militares ha sido al final la que más problemas ha dado. Si volviera atrás, ¿cambiaría algo?

-Estoy convencido de que es un gran proyecto. Los trámites se hicieron perfectamente, cumpliendo la legislación. Quizás lo que hay que cambiar es la ley para que estas cosas no sucedan. De la obra en sí, creo que hemos llegado a un punto de inflexión que espero que sea el que nos permita continuarla y reiniciar la obra en otoño para concluirla en el próximo año y medio.

-¿Plasencia podrá crecer?

-Así lo espero, pero Plasencia está dentro de Extremadura y respondemos en virtud del estímulo económico de Extremadura, que está en una situación complicada porque está en bancarrota.

-En materia sanitaria, ¿Cree que la Sanidad ha estado a la altura en esta crisis y está preparada para un nuevo brote?

-Han estado a la altura los profesionales, pero no la Sanidad desde el punto de vista de la administración. Llevamos 5 años trasladando al consejero y al presidente Fernández Vara la necesidad de invertir en materia sanitaria. El sociosanitario está en una situación lamentable, el hospital pierde facultativos, enfermeros, auxiliares, celadores. Eso quiere decir que nuestra queja no es política. Las residencias de mayores tenían muchas lagunas y esos recortes nos han puesto en una situación muy complicada, por eso Plasencia es la segunda área de salud más afectada en número de muertos oficiales y en número de sanitarios contagiados somos la primera. Hemos perdido calidad sanitaria y eso ha puesto en esta situación tan complicada a los sanitarios. Urgen inversiones, contrataciones y una mejor y mayor coordinación. Nunca en 45 años de democracia la Sanidad en Plasencia ha estado peor.

-¿Cree que la pandemia y sus consecuencias le van a pasar factura tras 9 años de gobierno?

-Creo que es una buena situación para que los ciudadanos evalúen a los políticos y pongan a cada uno en su sitio.