Desde mañana, la catedral Vieja asume los actos religiosos, tras la finalización de sus obras de rehabilitación, según ha informado el obispado. El motivo es el comienzo de la otra fase del proyecto, que se centra en el arreglo de la parte Nueva.

De este modo, mañana el obispo de la diócesis, Amadeo Rodríguez Magro, oficiará la eucaristía de las diez y media de la mañana en la catedral Vieja, que coincide con la festividad de la virgen del Carmen, así lo ha comunicado el obispado.

La primera fase del proyecto, que comenzó en febrero y que ya está finalizada, preveía la terminación de las cubiertas de la catedral Vieja y el saneamiento de las humedades, en un plazo aproximado de cuatro meses. Esta restauración, junto con el traslado provisional del museo catedralicio a otras dependencias, es la que permite que no se suspenda en culto, como así lo quería el obispado, y se traslade a la catedral Vieja, mientras se suceden las obras de la Nueva.

Además, el templo quedará abierto a la visita turística fuera de las horas de culto habitual. No obstante, aún se mantienen las labores necesarias de acomodación, que se están llevando a cabo, puesto que las obras de la Nueva se alargarán más de un año según está previsto.

PROYECTO Las obras de rehabilitación las realiza la UTE Trigemer-RH, bajo la supervisión siempre de los arquitectos del plan director de la catedral. Se trata de un proyecto que depende del Ministerio de Vivienda y que cuenta con un presupuesto de 1.673.623 euros. Tras la finalización de las obras de la catedral Vieja, comienza el arreglo de las cubiertas y fachadas interiores de la Nueva. Este trabajo alargará el fin del proyecto "un año o más", según calculó Vegazo la instancia en la catedral Vieja a principios de junio.

El inicio de la reforma en febrero puso fin a la espera que mantuvieron las autoridades eclesiásticas y fieles, pues según explicó Vegazo entonces, "es una obra que comenzó hace cuatro años y que por fin se retoma".