Las obras de demolición de una casa en ruinas en la calle Esparrillas, junto a la puerta Berrozana, provocaron ayer el derrumbe de parte de la fachada del inmueble, que colapsó la calle de materiales ocasionando daños en la puerta de un garaje próximo.

El percance tuvo lugar pasadas las ocho de la mañana, cuando un trabajador de la empresa Derribos, Transportes y Grúas Malpartida --encargada de los trabajos-- inició la demolición de la vivienda a los mandos de una máquina excavadora. Treinta minutos después, un cúmulo de materiales quedó vertido sobre la vía, taponándola completamente y haciéndola intransitable, incluso a pie.

"Son gajes del oficio, lo importante es que nadie ha sufrido ningún daño y que en pocas horas estaremos de nuevo trabajando", aseguró ayer un operario a media mañana.

Los únicos damnificados del suceso fueron los propietarios de una cochera que hay justo enfrente de la casa en ruinas, puesto que la puerta del garaje hizo de muro de contención y quedó parcialmente hundida, por lo que, previsiblemente, tendrá que ser reemplazada.

Sin embargo, y pese a lo aparatoso del derrumbe, los operarios ya habían liberado la calle a las cinco de la tarde y continuaban trabajando para levantar una nueva casa. "Lo que estamos construyendo es una única vivienda con cochera y dos plantas para venderla en el futuro", declaró un encargado de la obra.