Las balsas de agua que se forman cada vez que llueve en el cruce de la avenida de Extremadura con la carretera de Salamanca, con el consiguiente peligro para la circulación, desaparecerán gracias a una obra que el ayuntamiento adjudicó ayer, con lo que podrá comenzar de inmediato.

La concejala de Obras, Mónica García, explicó que las balsas se forman debido a que existe una conducción de pequeño tamaño que recoge las aguas residuales y pluviales, por lo que cuando llueve, se satura y el agua sale al exterior. Así, el proyecto de la obra, que costará cerca de 60.000 euros, recoge la creación de un aliviadero de crecidas con una conducción más gruesa y además una canalización independiente con el objetivo de que cuando la primera canalización se llene, el agua de lluvia pase directamente a la segunda.

ARIAS MONTANO, A ESTUDIO

Por otro lado, la edil de Obras también anunció su intención de actuar en la calle Arias Montano, paralela a la avenida del Valle, debido a las filtraciones de agua que sufren los edificios y, según explicó, podrían deberse al mal estado del pavimento. Aún así, se estudiará la causa para después intervenir.