Las obras de construcción de la nueva comisaría de la Policía Nacional en el Berrocal empezaron en diciembre, pero hace cuatro meses que están paradas al haberse topado con una escombrera que, según indicó ayer el subdelegado del Gobierno, Fernando Solís, no se detectó en el estudio geotécnico previo. Así confirmó ayer la administración el parón de la comisaría que en mayo minimizó con el argumento de que los cascotes que habían aflorado en la excavación no iban a retrasar las obras ni a encarecerlas. "No sé por qué el estudio geotécnico no informó de que había una escombrera --explicó ayer-- así es que hay que excavar más para encontrar una base sólida de cimentación y eso encarece el proyecto en, al menos, un veinte por ciento además de que ha habido que hacer un reformado del proyecto".

Lo que dijo que está ahora pendiente de la firma del ministerio aunque confirmó que en el mes de septiembre se reanudarán las obras para tenerlas terminadas en el plazo máximo de 18 meses. Por lo que el subdelegado pidió ayer paciencia a los once nuevos funcionarios destinados a la vieja comisaría placentina y al resto de la plantilla, donde reconoció que hay, sin contar con bajas por enfermedad, ocho vacantes por cubrir. Un déficit, por tanto, que no cubren las nuevas incorporaciones.