La Oficina Municipal de Atención a las Personas Migrantes se ha quedado sin presupuesto y sin trabajadores, ya que la subvención de la consejería de Igualdad y Empleo para la realización de proyectos para la acogida e integración social de personas inmigrantes "está congelada", como denunció ayer el mediador social, Daniel Riveros. Según fuentes de la Junta, "la administración regional mantendrá en 2011 la ayuda a estos servicios, pero la gestión de los fondos, así como el desarrollo del programa lo realizan los ayuntamientos como consideren necesario".

Riveros sigue acudiendo a la oficina municipal cada día, para seguir gestionando los trámites burocráticos e informativos de la población inmigrante que reside en el municipio, pese a que su contrato finalizó el 30 de septiembre de 2010. "Yo solicité al ayuntamiento que me dejaran seguir realizando mi labor en la oficina municipal, pese a que sé que mi situación laboral es complicada, puesto que llevo encadenando contratos temporales desde 2006 y deberían hacerme indefinido. Desde entonces he atendido más de 600 peticiones en esta oficina", argumentó.

"Yo no quiero abandonar este puesto, por una cuestión de compromiso ético" --Riveros es inmigrante chileno-- "porque cuando yo emigré a España me ayudaron, y sé lo que es estar en esa situación". Riveros matizó que cuando la oficina arrancó en 2006, "contábamos con un presupuesto de 56.000 euros y había menos de 1.000 inmigrantes en la ciudad; a día de hoy hay casi 2.000 y cero presupuesto".

ANALISIS DE LA REALIDAD Según datos del padrón municipal, actualmente hay censados 1743 inmigrantes en la ciudad. La mayoría procede de países no comunitarios, como es el caso de Marruecos (386), Bolivia (204), Colombia (143), China (117) y Ecuador (84); los inmigrantes más numerosos de países comunitarios proceden de Rumanía (266) y Portugal (107). En total, conviven en el municipio hasta 66 nacionalidades distintas.