Que sea con el argumento urbanístico de la estética y no por razones sanitarias, lo cierto es que la ordenanza de la ubicación de antenas da un respiro a los cientos de vecinos de la avenida del Ejército que recogieron cientos de firmas en su contra con la intención de impedirlas también en todo el casco urbano. No podrá ser así porque se pondría en serio peligro la cobertura de los teléfonos móviles amén de que los controles niegan que haya peligro para la salud.