El balance del paro y las estadísticas ofrecen su ya habitual histórico desastre con la subida del paro correspondiente al segundo cuatrimestre del año, en el que el turismo afloja y, con ello, aumentan los despidos o finalizaciones de contratos.

Miles de personas se quedan sin empleo y para colmo, al llegar a casa se encuentran con la sorpresa de que, encima, va a subir el precio de factura de la luz, así, sin más, sólo porque las hidroeléctricas lo han decidido sin que nadie pueda impedirlo o hacer algo para contrarrestar el aumento, ya que, en esta ocasión, no sirve que tu madre o tu esposa vayan tras de ti apagando las luces y que, con ahorrar, la subida no se haga efectiva.

Sin embargo, a pesar del desempleo y la penosa situación, la contradicción real que existe es lamentable puesto que, miles de empresarios regionales, que desarrollan su actividad en el sector agrícola, padecen la escasez de mano de obra para la recolección de sus cultivos y están contratando a personas extranjeras, principalmente, que constituyen un 90% de la plantilla y a quienes no les importa trabajar en las tareas del campo, pues los autóctonos, en estos momentos, ya han trabajado el tiempo mínimo establecido por ley para solicitar subsidio o paro y evitan pasar por el extenuante terruño.

Multitud de cosechas de fruto de hueso, como nuestras cerezas, higos, tabaco y pimiento en la zona norte, o uva, en el sur, en verano y aceituna en toda la región en invierno, están siendo recogidas, desde hace ya varios años, por más de 8.000 personas de nacionalidad magrebí, rumana o suramericana, en la mayoría de las explotaciones. Porque para los empleadores, lo importante no es la nacionalidad y sí disponer de trabajadores que cosechen lo que tanto trabajo cuesta críar y que, muchos, están evitando sembrar por miedo a no disponer de obreros.

El cabreo de los empresarios de este sector se hace evidente y, con el fin de mejorar la situación, han comunicado a la Consejera de Educación y empleo, Mª Esther Gutiérrez Morán, el problema y la solicitud de medidas que pongan a su disposición los desempleados disponibles.

Nos quejamos de que no hay trabajo, pero eso no es del todo cierto. Siempre he creído que quien de verdad quiere trabajar, encuentra algo, sea de lo que sea, porque cuando la necesidad aprieta, elegir no es una opción.