Alrededor de cincuenta niños, en su mayoría de diez a doce años, no quisieron perderse ayer la oportunidad de montar en bici en el propio parque infantil de tráfico en el primer domingo abierto con motivo de las vacaciones navideñas. Todo un éxito de participación para ser la primera convocatoria realizada por la sección de educación vial de la policía local. Habrá más, los días 17, 24 y 31 en horario de once a una de la tarde.

Los seis agentes de la sección se turnarán para hacer las veces de monitores mientras los niños tienen la posibilidad de aprender jugando. Primero reciben una lección teórica y luego se lanzan a ponerla en práctica sobre dos ruedas pudiendo llevarse sus propias bicicletas o tomando prestadas las del propio parque. Es una alternativa de ocio que enseña, además, a los más pequeños educación vial.

Es una labor que ya vienen haciendo los policías desde el año 2000 por los colegios e institutos de la ciudad, incluso de fuera. El último pudo llegar hasta tres mil escolares. Todo empezó por iniciativa de los propios agentes y en poco tiempo se ha consolidado como una experiencia muy útil en los centros de enseñanza. El parque ya abrió el año pasado por Navidad, pero la novedad reside en que ahora también los domingos.

Mientras el recinto del parque, de los más antiguos de España porque se creó en 1968, pide a gritos una puesta a punto. Principalmente la creación de servicios públicos, lo que demandaron ayer los propios niños, además de otras mejoras. Lo que deberían tomar nota los responsables del ayuntamiento.