Desde antes de las ocho de la mañana y hasta las 11.40 horas aproximadamente estuvo ayer sin luz parte del barrio de Miralvalle. El motivo fue un corte programado por Iberdrola, según indicaron los operarios, pero del que ningún vecino ni industrial tenía conocimiento previo.

De ahí que las quejas se multiplicaran y creciera la indignación, dado además que el pasado 28 de octubre ocurrió lo mismo, es decir, un corte programado de cuatro horas que no se comunicó a los vecinos, como denunció entonces el presidente vecinal, Agustín Benavente.

Por eso, ayer no cesaron las protestas: "No hay derecho. Yo no he podido ni ducharme porque todo en mi casa es eléctrico y mi marido ha llegado tarde a la operación de un familiar porque no ha funcionado el despertador", se quejaba una vecina. En los comercios no podían ni pesar ni cobrar y ante la explicación de los operarios de que el corte se había comunicado a los periódicos --este diario no recibió aviso alguno-- replicaban: "No todo el mundo lee el periódico y también es cliente. Lo que tienen que hacer es poner carteles en los portales. Es una vergüenza cómo nos tratan después de lo que pagamos".