Por primera vez, la Concejalía de Interior ha montado un operativo policial para controlar la venta de alcohol a los menores por las vacaciones de Navidad. Así, ayer los agentes se repartieron por institutos, comercios y bares y acudieron al botellón del ferial, con el resultado de que 14 menores fueron identificados por consumir alcohol en 74 pruebas voluntarias realizadas en el Berrocal.

El fin era "la protección de los menores ante el consumo de alcohol y realizar una labor informativa y preventiva", en palabras del concejal Francisco Martín, que destinó a esta labor a catorce agentes de la policía local, repartidos de diez de la mañana a diez de la noche.

El botellón del Berrocal fue el más vigilado, con tres patrullas provistas de un etilómetro "como medida preventiva", subrayó el edil. Así, los agentes animaron a los jóvenes de manera voluntaria a realizar pruebas de alcoholemia y les informaron de los peligros de mezclar conducción y alcohol. 74 jóvenes se sometieron a las pruebas, de las que 14 eran menores, que fueron identificados y se informó a sus padres, que "han acogido bien la medida, aunque hubo algunos sorprendidos", explicó Martín.

Pero previamente, en cada uno de los seis institutos se apostó una patrulla y los agentes notificaron a quince bares especiales, discotecas, cafés-teatro y cafés-concierto la prohibición de permitir el acceso, venta y consumo de alcohol a menores.

Otro frente se situó en los centros comerciales, donde había hasta policías de paisano identificando a quienes compraban alcohol. A media tarde, no había habido incidentes, por lo que el concejal destacó "el buen comportamiento de los jóvenes".