EDAD 52 AÑOS

NACIO EN PLASENCIA

FAMILIA CASADO Y CON DOS HIJOS UNIVERSITARIOS

TRAYECTORIA ENTRO EN EL CUERPO GENERAL DE POLICIA EN 1977, HA TRABAJADO EN EL PAIS VASCO Y MADRID Y ASCENDIO A INSPECTOR JEFE EN 1998

Nació en Plasencia y vuelve a Plasencia. Pedro Barragán ingresó en 1977 en el entonces Cuerpo General de Policía y ascendió a inspector jefe en 1998. Trabajó dos años en la brigada de investigación criminal en el País Vasco, donde fue como voluntario, y después ha realizado funciones de investigación, en la policía judicial, como jefe de atención al ciudadano, en la división de información y finalmente controlando los ingresos y ascensos del cuerpo a caballo entre Madrid y San Sebastián de los Reyes. Desde este mes sustituye a Pepe Hernández al frente de la comisaría.

--Pidió el traslado a Plasencia, ¿por qué?

--Porque a mí me gusta más la vida operativa que el trabajo de gestión y me vengo a mi tierra, a mi ciudad, donde espero estar mucho tiempo. Se produce la vacante y uno necesita cambiar, se daban las circunstancias familiares y además ilusión por venir aquí siempre he tenido. Además, ser jefe de Plasencia es un puesto muy interesante, un nuevo reto.

--¿Ya le ha tomado el pulso a la ciudad?

--Bueno, no he podido ver gran cosa pero esto para mí no es nuevo porque conozco perfectamente el funcionamiento de una comisaría local y esta es una ciudad tranquila con sus problemas puntuales. A mí me gusta mucho moverme y yo tengo que pisar todas las piedras de la ciudad, reunirme con las asociaciones de vecinos, pero ahora soy una esponja.

--¿Cuál va a ser su prioridad?

--Yo lo que quiero es que haya la máxima presencia policial posible en la calle. La labor de la policía es primeramente preventiva, lo que quiero es disminuir los delitos y eso se hace con la policía en la calle. Quiero aprovechar todos los efectivos porque así se transmitirá una mayor sensación de seguridad y siempre en contacto permanente con la policía local para trabajar conjuntamente.

--¿Cómo va va a hacerlo con una plantilla deficitaria?

--Bueno, siempre dentro de las posibilidades. Aquí la plantilla es de 60, hay 12 que no están, pero luego se producen bajas y a día de hoy hay un déficit de 18 personas, lo que quiere decir que estamos en un 30% menos. Mi antecesor aquí ha hecho una buena labor y la policía para mí nada más tiene un secreto que es trabajo y dedicación.

--¿Y cuál es el modelo de policía que quiere?

--A mí me gusta mucho la atención a la gente, dar un trato y correcto y educado, que el ciudadano no tenga que esperar más de lo imprescindible. Aquí viene la gente cuando tiene problemas y hay que atenderlos bien y darles una solución, saber escuchar, reconfortar, tranquilizar a la gente y tratar de ser una ayuda.

--Hablando de los delitos que más preocupan, destacan los robos en vehículos o en pisos ¿cómo piensa atajarlos?

--Nosotros hacemos estudios de franjas horarias, de qué días de la semana se producen, de qué modus operandi se utiliza y según eso se incrementan los servicios, pero todas estas cosas tengo que verlas, también el polígono, pero de día y también de noche porque uno tiene que estar en la calle y apoyando siempre al compañero.

--¿Y respecto a la droga, que está muy centralizada?

--Ese es un tema espinoso, complicado, por supuesto tengo que intervenir, pero para combatirlo se necesitan medios y personal. Tengo en mente a corto y medio plazo recabar toda la información que pueda de este tema y luego intentar actuar con coordinación.

--Cómo contrapartida, ¿qué le pide al ciudadano?

--Que vea la comisaría como un ente próximo que está para ayudarle en todo. Que haya una relación próxima y eso desde la oficina de denuncias hasta el zeta que está en la calle y el jefe. Mi puerta está abierta tanto para los de dentro como para los de fuera. Además, sin colaboración ciudadana no podríamos hacer nada.