Sobre las once de la mañana de ayer, desaparecieron las vallas que impedían el acceso de vehículos al mercadillo de la puerta del Sol. Lo ordenó la propia alcaldesa a pie de mercadillo, por lo que la medida se tomó sin previo aviso y pilló por sorpresa tanto a los habituales del mercado de frutas y verduras, como a los conductores.

Estos no podían acceder a la puerta del Sol por Alfonso VIII porque unas vallas lo impedían y los vehículos procedentes de San Pedro o la calle de las Cruces se topaban con otras y tenían que desviarse hacia la derecha para salir por Alfonso VIII. Estos cambios en el sentido de la circulación se tomaron hace años, tras un informe de la policía local que los aconsejaba para favorecer el tránsito y por seguridad.

Pero ayer y por sorpresa, los coches volvieron a circular entre los puestos, ya que podían entrar a la plaza por Alfonso VIII y salir por el semáforo.

Esto provocó ya quejas ayer "no es lógico que tengamos que ir pendientes de los coches por si nos atropellan mientras estamos tranquilamente comprando", decía una señora. También hubo quejas por lo sorpresivo de la medida: "Si no avisan, sigues pensando que no hay coches y vas por en medio de la calle", señalaba un comerciante.