Los respaldos de algunas sillas están tan vencidos que los funcionarios han ideado sus propios arreglos caseros para intentar mantenerlos erguidos y combatir los dolores de espalda que se llevan para casa. Tan cansados están, que una de las afiliadas a CSI-CSIF pidió su mediación para que se renueven las sillas y hasta la fecha. A principios de este año, el sindicato denunciaba por escrito a la gerencia del ministerio de Justicia en Extremadura que "los asientos que los funcionarios utilizan para su trabajo habitual no cumplen con las normas de prevención de riesgos laborales, toda vez que son anticuadas y perjudiciales para la salud de los empleados".