Antes, los centros de acogida de personas sin hogar se llenaban en algunas fechas del año. Ahora, «las plazas están completas casi de manera continua». Es uno de los cambios que se están produciendo en los últimos años y la causa es que cada vez hay «una pobreza más intensa, más crónica, que requiere una mayor intervención y preocupación y estancias más prolongadas».

De esta forma, si antes los centros establecían unos periodos más o menos fijos de estancia en acogida, ahora se presta «el tiempo que sea necesario para la persona». Lo apuntó ayer Iván Torres, responsable de Acción Social de Cáritas Diocesana de Plasencia. Su centro de acogida temporal cuenta con 30 plazas y el centro regional de reinserción, con 24, y en ocasiones, tienen que derivar a las personas a otros centros de la región porque todas están cubiertas.

Además, Torres señala que cada vez hay más jóvenes en estos centros, «con una situación muy difícil, en la que han tocado fondo». También han detectado más grupos familiares, sobre todo familias monoparentales con hijos, y una mayor agilidad en la red de servicios sociales..

Según sus datos, en lo que va de año, 639 personas han pasado por el centro de acogida y el perfil del acogido es el de un hombre, en el 91% de los casos; con una edad comprendida entre los 35 y los 54 años, en el 61%; de nacionalidad española, en un 81%; desempleado de larga duración, sin ingresos ni prestaciones porque las han agotado, y por tanto, sin empleo o con alguno de poca calidad.

Torres resaltó además que el 33% de los acogidos son extremeños y, de estos, el 8%, placentinos, un dato que «ha crecido ligeramente en los dos últimos años».

En cuanto al centro de reinserción, ha atendido este año a 40 personas, a quienes se facilita formación, empleo y dos pisos de vida autónoma, para que puedan llegar a tener una vida normalizada. Un 25% ha recibido formación, un 22% ha conseguido un empleo y un 15% ha podido alquilar una vivienda.

Todos estos datos los ha facilitado con motivo de la presentación de la campaña de Cáritas ‘Somos personas. Tenemos derechos. Nadie sin hogar’, que fija su atención en el derecho de toda persona a tener una vivienda digna. «Esta es una cuestión de todos», subrayó el secretario general de Cáritas Diocesana de Plasencia, José Luis Espinosa. El año pasado, Cáritas de Plasencia invirtió 1,1 millones de euros en la acogida y asistencia a personas sin hogar.