El fiscal pidió ayer que el dinero recaudado por un ciudadano rumano en nombre de la asociación de sordos vaya a parar realmente a este colectivo así como doce días de localización permanente, lo que antes se llamaba arresto domiciliario, y dado que el detenido reconoció los hechos, es probable que la juez le imponga a C.C. esa condena. Fue detenido la semana pasada por la Policía Nacional y enjuiciado ayer por una falta de estafa, y no delito porque la cuantía no superaba los 400 euros.

El detenido forma parte de un grupo de ciudadanos rumanos que pide firmas en la calle a cambio de una cantidad en nombre de la asociación de sordos y la alarma saltó cuando la verdadera asociación, Ascapas, denunció esta práctica fraudulenta en el juzgado desmarcándose de toda colecta que se haga en su nombre. Finalmente, de serle impuesta la sanción propuesta por Fiscalía, será la asociación de sordos la que se beneficie del dinero recaudado como medida ejemplarizante. Ascapas ha lamentado que usen una discapacidad para lucro propio abusando de la buena fe de la gente.